miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA ÉTICA SEGÚN KANT

En la página de análisis y sinopsis Shvoong explican que: Kant  sostiene que no es posible pensar en algo bueno sin restricciones, salvo una buena voluntad. Ella no es buena ni por lo que realiza ni por la búsqueda de un fin, por loable que éste pudiera ser. Es buena en sí misma. “Considerada por sí  misma, es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho” (Kant, Fundamentación). Este concepto de la voluntad buena debe ser obtenido por medio de la razón y supone buscar una voluntad que sea buena en sí misma, no como medio ni con finalidades ulteriores. El concepto de una voluntad buena es posible gracias al concepto del deber. El valor moral estriba en hacer el bien no por inclinación al deber, sino por deber. Cuando una acción se realiza conforme al deber, pero por inclinación a éste y no por el deber mismo, según Kant carece de valor moral, es inmoral. Kant pone como ejemplo un individuo para el cual la vida ha perdido todo atractivo.  Si este individuo conserva su vida por miedo a la muerte o por una inclinación a cumplir con el deber, la suya no es una decisión moral.  Sólo lo sería si conservara su vida “por el deber.” Kant sostiene “el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley”. Sólo por la ley puedo tener respeto, nunca por una inclinación, por tanto la moralidad esta en la acción por respeto a la ley.
Tres caracteres esenciales definen la ética de Kant: ética autónoma, una ética del deber y una ética formal:
    • Autónoma: es el propio sujeto el que se determina a sí mismo a obrar, a darse a sí mismo su ley, sin que le sea impuesta por nada a su razón.
    • Del deber: la ley está llamada a legislar y regular las acciones de los humanos. Carácter de obligatoriedad. La ley moral se presenta como un “mandato”, un “imperativo”. Es el deber: el deber de obrar de acuerdo con la ley moral.
No es lo mismo obrar conforma a la ley y al deber, que obrar por deber y con respecto al deber.
Una acción sólo es buena cuando además de obrar conforme al deber, se hace por respeto a la ley y al deber.
Kant diferencia dos tipos de imperativos:
    • Imperativos hipotéticos: obligan únicamente a las personas que quieren alcanzar un fin determinado y la acción expresada en el mandato es un medio para alcanzarlo.
    • Imperativos categóricos: obligan a realizar una determinada acción de forma universal e incondicionada.
Los imperativos hipotéticos son consejos de una razón prudencial o calculadora, cuando quiere un fin, quiere los medios para alcanzarlo.
Formal: La ética, según Kant, no tiene por tarea dar normas morales sino que debe ocuparse de descubrir qué rasgos formales deben tener las normas morales para que podamos percatarnos de que tienen la forma de la razón.
Kant propone un test: la persona debe preguntarse a sí misma si reúne los siguientes rasgos:
(   Estar dotada de universalidad: será ley moral aquella que yo creo que todas las personas deberían cumplir, de forma que no hago conmigo una excepción.
(   Referirse a seres que son fines en sí mismos: será ley moral la que proteja a seres que tienen un valor absoluto.
(   Valer como norma para una legislación universal en un reino de los fines: para comprobar si una máxima es ley moral es preciso comprobar si sería una ley vigente en un reino en que todos los seres racionales se trataran entre si como fines y no como medios.
Si los seres humanos somos capaces de darnos a nosotros mismos este tipo de leyes que nos permite ser capaces de ponernos en el lugar de cualquier otro, entonces es que somos autónomos y no heterónomos.
Sólo una ética formal puede dar cuenta de la autonomía humana. 
* La ética kantiana es, en cambio, una ética del deber. Lo bueno es el cumplimiento del deber y con la intención de cumplirlo. EL bien no se relaciona con el ser sino con el deber ser. Lo bueno es lo debido. Kant agrega que es importante la intención de cumplir el deber, de lo contrario la acción no es moralmente buena. Puede ser que yo cumpla materialmente con el deber, pero sin la intención de cumplirlo, entonces no he obrado bien. Viceversa, puede ser que yo tenga la buena intención de cumplir el deber, y que ponga en curso la acción necesaria para cumplirlo, pero no logro completar su cumplimiento, sin embargo, mi acción es buena. Desde luego, Kant aclara que no basta sólo la intención. Se requiere la puesta en marcha del proceso, aunque no se cumpla del todo
Léanlo esto esta muy interesante

La Educación Ética


La educación ética es un tipo de educación que contempla diversos aspectos de la ética.
Cada sociedad forma una idea de aquello en que consiste la riqueza del hombre y cual vida es digna o indigna de llamarse humana. La educación en ética adquiere, por esta razón,marcos que atrapan la sociedad en su conjunto y, esto va, desde lo axiológico, pedagógico, psicológico, ideológico y lo sociocultural, entendiendo en este último contexto la educación en la comunidad y más específico en la familia. Juegan un importante papel las instituciones y organizaciones, así como los medios de difusión masiva.La educación en ética incluye la educación en valores aunque no la agota. Ella necesita, en estos tiempos, de crisis de los valores, enfocar su contenido a garantizar un modo de vida digno,acentuando su función en el enriquecimiento de la vida espiritual del hombre. No sólo de pan vive el hombre, dicta el viejo proverbio.La educación en ética debe estructurarse teniendo en cuenta la utilización órganica del tiempo como criterio de progreso de la personalidad. La historia de los hombres no es el tiempo, es su actividad. Por esta razón las políticas orientadas a elevar el bienestar de las personas no deben encerrar en sí sólo el aumento del nivel de vida sino de estímular la comunicación y el contacto entre la gente según sus intereses comunes durante el tiempo libre que deja el trabjo principal.
Es la educación en ética que se imparte en los centros de enseñanza. Puede articularse a través de asignaturas como filosofía,religióncatequesisciencias sociales y ética, además de formaciones específicas (educación sexual, para la no-discriminación, etc.) y en tutoría. Los temas de ética se tratan de forma transversal en el resto de materias de la educación formal, sean comunes u optativas. La educación ética y en valores puede ser entendida como una reflexión sobre la moral, o como un espacio para practicarla. Entendiendo moral como la práctica de los valores de una comunidad determinada.
El objetivo central del proceso de educación ética(4) consiste en perseguir la construcción de una personalidad ética sólida, apoyada en el desarrollo de una conciencia moral autónoma. La construcción de una personalidad ética sólida incluye al menos tres niveles diferenciados, que deben interactuar de modo permanente e integrado. Estos tres niveles serían:
1. El desarrollo de un fuerte “sentido de vida”(5). Esto implica la capacidad de dar respuesta personal y autónoma a la pregunta fundamental de la vida. Esta pregunta puede formularse de modos diversos según sea el marco socio-cultural y familiar de cada persona (p.ej. ¿Qué puedo esperar de la vida, o de mí mismo?, ¿Para qué existo? ¿Qué quiere Dios, o la historia, o..., de mí?, etc.). No obstante esa variedad de formulaciones, o inclusive, no obstante el hecho de que no esté tematizada por la persona, la pregunta siempre existe en cada ser humano.
2. El desarrollo de un “proyecto de vida” concreto y realizable. La construcción de un proyecto de vida supone el intento consciente y deliberado de procurar la mayor coherencia personal posible, como camino de realización, definiendo para ello las opciones históricas que, de cara al futuro, hagan posible la concreción real de los propios ideales y de la propia escala de valores.
3. El desarrollo de una “estructura ética personal”, capaz de viabilizar y sostener los contenidos éticos de la propia vida. La existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona humana, ya que desde pequeños captamos por diversos medios la existencia de dichas normas, y de hecho, siempre somos afectados por ellas en forma de consejo, de orden o en otros casos como una obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana

Algunos pensamientos Éticos de Bolívar

“La educación forma al hombre moral, y para formar un legislador se necesita ciertamente educarlo en una escuela de moral, de justicia y de leyes” (Carta a Guillermo White, 26 de mayo de 1820)

“Sin moral republicana no puede haber gobierno libre” (Carta a Guillermo White, 26 de mayo de 1820)

“Yo he hecho lo que he podido por el bien de los hombres y de los buenos principios” (Carta al Gral. Santander, 19 de agosto de 1825)


“La gloria debe ser insaciable cuando se funda en sus verdaderos principios” (Carta al Gral. La Mar, 17 de febrero de 1825)

“Tengamos una conducta recta y dejemos al tiempo hacer prodigios” (Carta al Cnel. Heres, 20 de abril 1825)

“Nada, sino las malas acciones, deben molestar a los hombres” (Carta al Gral. Español Pedro Morillo, 30 de noviembre de 1820)

Pensamiento Ético de Bolívar

    
    


El pensamiento ético de Simón Bolívar, tiene un alcance universal y una gran riqueza ideológica que se materializa en la trascendencia de sus ideas trazando un escenario histórico cultural en el que se desarrollaron los nuevos Estados Nacionales. Plantea la dignificación social, el patriotismo y la independencia nacional; valores que están en la esencia misma de los proyectos que orientaron su acción liberadora.

    En lo ético se fundamentan la educación cívica ciudadana y que hoy día se levantan frente a las pretensiones dominadoras de los centros de poder, tiene su cimiento en el espíritu ético del pensamiento de Bolívar. 

    Bolívar tuvo dentro de sus aspiraciones el logro de una patria nueva, no sólo por su riqueza material, sino por la grandeza del alma y del razonamiento de sus hombres. En la realización de este anhelo los valores morales se configuran como la fuerza propulsora hacia la perfección humana. De ahí su marcada connotación humanista.


    La ética Bolivariana constituye la base fundamental de la educación y la ideología, encaminada a transformar la realidad social existente en función de un orden político consecuente y representativo del poder de todos. Resulta difícil proyectar el pensamiento ético de Bolívar sin hacer referencia a su concepción de independencia e integración, pues en su visión revolucionaria lo uno está estrechamente vinculada a lo otro formando una unidad en la práctica social que lo guiara en todas sus acciones. 

En este sentido, la ética siempre estuvo asociada a la independencia constituyendo el objetivo principal de su vida expresado en valores morales como el respeto, el patriotismo, la dignidad, el honor, la honradez que se configuran en un ideal educativo tendiente a la libertad social y personal. 

    Simón Bolívar tiene un pensamiento ético consagrado en la aspiración de la indecencia y la libertad continental, no es éste precisamente un sistema de normas y principios coherentemente fundamentado y articulado es sencillamente un torrente de ideas que van emanando en sus escritos y discurso y que fueron madurando en su vida cotidiana dejando para la posteridad lecciones morales concretas que lo ha inmortalizado para siempre.

    El cultivo Bolivariano de la idea de la libertad e independencia estuvo muy vinculado a la educación y la cultura, ambas muy deterioradas en los pueblos latinoamericanos y de lo cual da fe en el Discurso de Angostura, el 15 de Febrero de 1819: “Uncido el Pueblo Americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía, y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiados, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición…” 

    Bolívar fue uno de los primeros en analizar la realidad social latinoamericana, considerando a la educación como una necesidad para el ejercicio de la vida pública vista en dos direcciones: la primera, en la educación que ha de tener el gobernante para orientar los destinos de su nación; y la segunda, en la visión que ha de tener el gobierno para potenciar en los ciudadanos una vida con templanza, sabiduría, y valores morales legítimos. 

    La justicia para Bolívar, era la virtud esencial, siendo ésta el establecimiento de un nuevo orden que ha de tener eres humanos, la oportunidad y la condición externa para una buena vida. 

    El logro de la justicia a costa de sacrificio personal es la más elevada virtud que Bolívar tuvo como revolucionario entregado a una causa que lo acompaño en su vida y sus concepciones alumbrado por el sentido de entrega a la patria y a los ideales más legítimos que haya defendido. El ideal que lo consagró por siempre a la vida sacrificada y entregada a la causa de la liberta está refrendado en su epistolario y que se materializa en ideas muy profundas en torno a la moral y al sacrifico. 

    La moral bolivariana se articula de manera natural con sus aspiraciones de bienestar social y libertad moral; de sus sentencias más transparentes en relación con el Ideal moral, figura: “Nada sino las malas acciones, deben molestar a los hombres sensatos”. 

    Por la trascendencia de sus ideales, Simón Bolívar seguirá siendo paradigmas de los pueblos latinoamericanos que aun tienen el desafío de hacer realidad sus sueños de lograr una América libre e independiente, en el marco de la gigantesca crisis que compartimos con todos los pueblos de la Tierra. 

La etica en la escuela de hoy


Shailyn Robles
d.2008.1264@gmail.com
Santo Domingo
 Casilda Avila 


Plan LEA conversó con Casilda Ávila, orientadora en el área educativa, quien hace reflexionar acerca de cosas que deben suceder en los centros educativos y que no necesariamente están ocurriendo en muchos de ellos.
Ávila sugiere que los directores y profesores de las escuelas reflexionen sobre la práctica educativa y su desarrollo. Generalmente la planificación se piensa desde una parte aislada al contexto, en el caso del docente se piensa desde el diagnóstico del año anterior  a la contextualización, o sea, todos los actores involucrados en el proceso: la familia, los estudiantes, los directores. En este caso, al planificar, el docente tiene que recapacitar sobre su práctica, sobre su proyección, sobre los principios y fines de la educación, porque dicho plan tiene que estar íntimamente relacionado con los principios y las exigencias del nivel o grado en que se va a impartir esa docencia.
Principios básicos
La experta destaca dos principios básicos a tomar en cuenta para la planificación de año escolar:
La justicia. En el marco de la justicia hay un componente fundamental que es la equidad. Pensar en cómo dar más a los que tienen menos, y dar al que tiene suficiente lo que necesita para seguir avanzando.
El principio de beneficencia. Se tiene que considerar que todos los estudiantes tienen derecho a ser beneficiados en todo el proceso. No se trata solo del contenido sino también de la formación integral, lo que necesita cada niño o niña para ser diferente, para alcanzar con éxito sus metas. En ese proceso de planificación el rol del docente es estructurar actividades que permitan que esos infantes puedan desarrollarse según sus edades, no en función de lo que saben hacer sino en función de lo que necesitan.
Al planificar, el docente debe conocer cuáles son los parámetros de calidad que están contemplados en el artículo 59 de la Ley de Educación, debe considerar qué está haciendo, cuáles de esos parámetros están cubiertos por ese plan y cuáles no; cuando identifique cuales no, ver por qué razón y trabajar para transformar esa situación.
Factores
Existen situaciones que pueden afectar el comportamiento ético del docente, entre ellas su falta de control emocional. El docente tiene que regularse emocionalmente. Para eso debe desarrollar habilidades de comunicación, estar permanentemente atento a su autocontrol y aprender a ser flexible, pues esto crea una condición de tolerancia y de comprensión que le permitirá hacer las paradas y escuchar.
Cuando el docente inicia un trabajo sabe qué se le va a pagar y que muchas veces ese pago no se corresponde con sus necesidades personales, pero asume un compromiso. No debe hacer un trabajo peor si trabaja en un centro público, porque esos estudiantes han tenido quizás menos oportunidades que los de uno privado. Tiene que ajustar la balanza y saber que los dos lugares son importantes, independientemente del monto que reciba.
 En la escuela se debe enseñar una ética aplicada. No solo supone que los alumnos reflexionen sobre sí mismos, o que hablen de su carencia, es más que eso, es que los alumnos con sus do-centes reflexionen acerca de su contexto social, familiar y escolar, se trata de incluir el bien común y el individual.
Es fundamental que los directores y docentes reflexionen sobre lo que sucede en la comunidad y en el mundo con los valores. No hay que sacar un espacio aparte para eso, sino aprovechar las diversas situaciones que se dan en el aula en cada hora de clase y resolverlas con los principios éticos, porque los alumnos son reflejo de lo que viven en su comunidad.
Un maestro ético
- Respeta a sus alumnos, los escucha y mantiene una actitud flexible ante las situaciones que se presentan.
- Practica la equidad con sus estudiantes.
- Es una persona honesta y sincera. Sabe interactuar con sus estudiantes y comunicarles sus desacuerdos sin causarles un malestar personal.
- Es prudente al elaborar un examen, al evaluar a un estu-diante, al externar una opinión sobre uno de sus estudiantes.
- Posee competencia profesional y es objetivo en su toma de decisiones.
- Está pendiente del nivel de su grupo, conoce cuales niños se quedan rezagados y busca estrategias para ayudarlos e integrarlos.

No Moral


Ética y Felicidad


Ética Ambiental



LA ETICA AMBIENTAL... UN COMPROMISO CON LAS NUEVAS GENERACIONES.

Una ética ambiental es básicamente una ética basada en la justicia social para todos sin discriminación de casta, raza, sexo, religión, ideología, región o nación. (UNESCO, 1990). También es un factor relevante de todo sistema económico, político y social ya que en éste hay implícita una visión determinada del hombre, de su ser, sus atributos, su origen y su destino.

La ética juega un papel primordial en el manejo del ambiente y, por ende, debe ser pilar fundamental en todo proceso de educación ambiental  y en la concientización de los colectivos para que su comportamiento genere nuevas formas de relación con su ambiente particular y global convirtiéndose en uno de los propósitos más importantes de la educación para el ambiente.

Las alternativas de solución a los diversos problemas ambientales deben ser el producto de las decisiones responsables de los individuos, las comunidades y en últimas de la sociedad, atendiendo a los criterios de valoración de su entorno, íntimamente relacionados con el sentido de pertenencia y, por ende, con los criterios de identidad.

La mayoría de los problemas ambientales del mundo actual son esencialmente causados por el hombre. El papel del hombre es, por tanto, crucial, ya que es su actitud hacia el medio ambiente humano y natural la que ha configurado el medio ambiente de hoy. Obviamente que el cambio de su actitud y la conducta del hombre están relacionadas directamente con el sistema de valores de la sociedad contemporánea. Históricamente, los valores individuales y sociales no siempre han estado en los mejores intereses de preservar un ambiente de calidad.

La crisis ambiental actual obliga al hombre a reexaminar sus valores y a alterarlos en cuanto sea necesario a fin de asegurar la supervivencia humana. Se debe formular un sistema de valores de prioridades ecológicas para que lleguen a ser leyes mundiales. Se debe pensar que cada ser humano tiene derecho a vivir y satisfacer sus necesidades básicas. Si el hombre pudiera vivir en armonía con la naturaleza y actuar como un responsable “cuidador” o “guardián” del medio ambiente, sería posible lograr un futuro ecológicamente saludable para las generaciones venideras. El hombre con su poder tecnológico único ejerce un profundo efecto sobre su medio ambiente. Por eso, en cierta medida, puede controlar su propio destino.

Para vivir en armonía, el hombre tiene que desarrollar una manera equilibrada de pensar, de sentir y de actuar hacia el medio ambiente. Cada sistema económico, político y social genera una visión de hombre que lo sostiene. Esto explica la exigencia de partir no sólo de nuevas estructuras socio - económicas sino también de nuevos valores; éstos dependen en gran parte del tipo de educación vigente que a su vez está condicionada por la estructura socio - económica del país. La visión integral del hombre debe estar acorde con la transformación educativa, que pretenda consolidar nuevos caminos, crear actitudes y normas de comportamiento frente a los demás y hacia la naturaleza, que haga posible la realización de todo hombre en la sociedad y contribuya en forma significativa a la formulación de una toma de decisiones razonables en lo ambiental ya que esto supone el análisis cuidadoso de los aspectos ecológicos, económicos, sociales y técnicos; además deben examinarse, antes de tomar una decisión, diversas alternativas políticas, acciones y prácticas.

Tales decisiones ambientales pueden adoptarse con base en la jerarquía de valores que prevalecen sin tener ninguna consideración ecológica. Por ejemplo, en el siglo actual, las sociedades tecnológicamente avanzadas han considerado un estándar de vida, de desarrollo industrial como su valor colectivo Principal. Las consideraciones ecológicas han tenido una baja prioridad, porque las sociedades no calcularon las consecuencias a largo plazo impuestas por su jerarquía de valores, como consecuencia la calidad del medio ambiente del hombre se ha degenerado.

La educación al igual que la ética se concibe como un proceso permanente de carácter social y personal a través del cual se reconoce la necesidad de reconstruir las relaciones hombre-naturaleza - sociedad; esto redunda en el mejoramiento y conservación del medio ambiente natural, socio - cultural, interpersonal y creado, por lo tanto fortalece las posibilidades y permite divisar con claridad la responsabilidad que posee el ser humano para con su entorno y la capacidad interpretativa frente a él.

La ética y la educación para el ambiente orientadas hacia la formación de ciudadanos para una sociedad auténticamente humana tienen que ser consciente de los medios que emplearán para comprometer a la mayoría, de modo que puedan surgir, los mejores, como agentes de la política, y todos puedan tener actitudes de participación y criterios para juzgar el poder.

Los criterios para ejercer el poder con justicia o para juzgar el poder con determinados valores, como la libertad, la participación, la paz, la concordia, la solidaridad y otros comúnmente admitidos. Pero la aplicación de la ética y de la educación para el cambio no requiere solamente la formación de unos valores determinados relacionado con lo político. Es necesario pensar en valores de la persona y de la comunidad que atiendan a los aspectos de desarrollo de la especie humana en su generación presente y futura conservando su medio ambiente.
entender un valor, éste existe realmente para ella.

Una educación en valores, es una educación para el cambio, tiene que tener como primer objetivo la superación de los límites y condicionamientos que impone la cultura. Por lo tanto, el hombre debe ser capaz de descifrar el pasado y crear el futuro, habituándose al pensamiento alternativo. Esto no es fácil, puesto que el discernimiento de los valores es un proceso individual, y sólo cuando la persona llega a

No es posible la valoración personal sin una conciencia de elección libre y comprometida, por tanto, es básico y prioritario favorecer los dinamismos de la personalidad que conducen hacia la autonomía, hacia la experiencia de ser persona. Cada grupo humano tiene una escala de valores que pueden provenir de fuentes muy diversas: intereses personales, valores colectivos impuestos, por ejemplo: normas, pautas de comportamiento, la moda, el prestigio…. En una educación con escala de valores para el cambio se tendría que dar una paulatina ruptura para ser sustituidas por otras reflexivamente aceptadas. Estos cambios, para que puedan mantenerse, tienen que ser comunitarios.

En el hombre es importante diferenciar lo que son los deseos de lo que denominamos aspiraciones. Los primeros provienen de su fisiología, son impulsos instintivos que deben ser controlados. Las aspiraciones reflejan sus intentos por ser mejores, por trascender las imperfecciones propias de la naturaleza humana, para instaurar lo que todavía no existe en el mundo que uno quisiera introducir en él, son las que empujan la creación. La moral es justamente el control que la sociedad se impone a la capacidad creadora, con el fin de proteger el bien común. Las aspiraciones se originan en las profundidades del espíritu, ligando al hombre al plan evolutivo, en busca de lo santo, la sabiduría y la creatividad.

En el proceso de humanización el hombre adquiere su plenitud que le permite proyectarse al mundo, dotado de sensibilidad por el cual recibirá los mensajes que la realidad externa le entrega, y aquellos que provienen de su interior, como son las aspiraciones que nacen en el inconsciente; inteligencia que hace posible tener conciencia de los mensajes recibidos, al traducirlos en ideas claras e inteligibles, lógicamente organizadas; y la voluntad que es la facultad que le permite elegir libremente entre los deseos y las aspiraciones. La combinación de estas tres fuerzas le confieren al hombre el dominio de sus facultades y, por tanto, de su libertad, patrimonio de la conciencia humana del cual depende el futuro del hombre.

Para reducir la degradación medioambiental, las sociedades deben reconocer que el medio ambiente es finito. Los especialistas creen que, al ir creciendo las poblaciones y sus demandas, la idea del crecimiento continuado debe abrir paso a un uso más racional del medio ambiente, pero que esto sólo puede lograrse con un espectacular cambio de actitud por parte de la especie humana.

El impacto de la especie humana sobre el medio ambiente ha sido comparado con las grandes catástrofes del pasado geológico de la Tierra; independientemente de la actitud de la sociedad respecto al crecimiento continuo, la humanidad debe reconocer que atacar el medio ambiente pone en peligro la supervivencia de su propia especie.

Un calentamiento global significativo de la atmósfera tendría graves efectos sobre el medio ambiente. Aceleraría la fusión de los casquetes polares, haría subir el nivel de los mares, cambiaría el clima regional y globalmente, alteraría la vegetación natural y afectaría a las cosechas. Estos cambios, a su vez, tendrían un enorme impacto sobre la civilización humana. Durante el siglo XX la temperatura media del planeta aumentó 0,6 ºC y los científicos prevén que la temperatura media de la Tierra subirá entre 1,4 y 5,8 ºC entre 2001 y 2100.

La acidificación, que está destruyendo grandes extensiones de plantíos, papa, trigo, soya, etc. de  se debe a la emisión de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno por las centrales térmicas y por los escapes de los vehículos a motor. Estos productos interactúan con la luz del Sol, la humedad y los oxidantes produciendo ácido sulfúrico y nítrico, que son transportados por la circulación atmosférica y caen a tierra, arrastrados por la lluvia y la nieve en la llamada lluvia ácida, o en forma de depósitos secos, partículas y gases atmosféricos.

En definitiva, es al Hombre como ser racional, dentro de las especies vivas del planeta, que le compete el manejo responsable y sustentable del ecosistema, para asegurarle a las futuras generaciones – a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos – la opción de vivir plenamente.

Ética Cristiana

LA ÉTICA CRISTIANA



A parte de la Ética secular, hay lo que llamamos "ÉTICA CRISTIANA", que es el estudio de la ética aplicado a la vida cristiana. El cristiano al estudiar la materia debe tener bien claros algunos temas tales como:
Definición de la Ética, la Ética teórica, el equilibrio mental, emocional, volitivo del hombre; también debe saber la diferencia entre el habito y la rutina; sobre la trinidad del hombre; debe saber que pasa con el espíritu del hombre después de la muerte; todo lo relacionado con los deberes del cristiano en relación con la sociedad, y mucho más.


EL CREYENTE Y LA ÉTICA CRISTIANA

A la luz del Nuevo Testamento, Cristo esta en el centro de la Historia de la salvación para toda la humanidad, partiendo en dos la Historia (antes y después de Cristo), y la geografía (a la derecha y a la izquierda de Cristo); de tal forma que el destino definitivo de todo ser humano (su eterna salvación o perdición) depende sola y necesariamente de la siguiente alternativa: CREER O NO CREER, es decir, aceptar o rechazar a Cristo como único Salvador necesario y suficiente. Toda conducta y todo comportamiento ético del ser humano, esta ya tipificada como fruto de una de esas dos raíces: fe o incredulidad. Vea Juan 3:14-21; Romanos 3:19-31; 2 Corintios 5:14-21.
La ÉTICA CRISTIANA esta afincada en la vida eterna, en la vida divina; tanto que la vida del cristiano es "participe de la naturaleza divina" ("Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia." 2 Pedro 1:4), es decir, de la conducta moral de Dios. De este concepto ético que comparte la participación de la naturaleza divina, arranca la temática moral de la Biblia, desde el primer, "Seréis santos, porque yo soy santo" de Levítico 11:44, hasta el, "Todo aquel que tiene esperanza en El, se purifica a si mismo, así como El es puro."










sábado, 3 de noviembre de 2012


Moral y Ética
Gustavo Bueno 

La Moral


Origen de la Moral 

La moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente instintiva y forma parte de una colectividad. La moral requiere forzosamente que el hombre se halle en relación con los demás y una conciencia de esa relación, con el fin de poder conducirse de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen. Pero esta relación hombre - hombre, no puede desvincularse de la relación hombre - medio. Dicha vinculación se expresa, ante todo en el uso y la fabricación de instrumentos, es decir, en el trabajo humano, mediante el cual el hombre crea un puente entre el y la naturaleza, a la que trata de poner a su servicio.
Ante esta nueva situación (el hombre pasa de ser un individuo a ser un ser social), se hace necesario ajustar la conducta de cada miembro a la comunidad, determinándose de esta manera que se considere como bueno o beneficioso todo aquello que contribuye a reforzar la unión o actividad común, y se ve como malo lo que contribuye a debilitar dicha unión. Se establece pues una división entre lo bueno y lo malo, 

Inmoral:



Lo inmoral, por lo tanto, es aquello que se aleja de las buenas costumbres o de las acciones que son consideradas como correctas. Se espera que las personas respeten una especie de guía de convivencia y actuación que esté regida por la moral: cuando se apartan de sus postulados, incurren en comportamientos inmorales.

Amoral:

La palabra amoral es un adjetivo que pueda decirse de una persona o de una obra humana. Cuando el término se refiere a un individuo, se lo califica a éste como desprovisto de sentido moral. Por otra parte, cuando se aplica a una obra (generalmente artística), se dice que su propósito prescinde de un fin moral.

La moral profesional:

Se suele entender como moral profesional aquella parte de la Teología moral que se ocupa de determinadas obligaciones éticas que surgen en relación con el ejercicio de la profesión, con el desarrollo del trabajo, sobre todo en relación a los aspectos externos que tienen una repercusión en la sociedad, cara al prójimo. En el desarrollo del trabajo surgen lógicamente problemas, no sólo técnicos sino también morales, que exigen soluciones concretas. Pero la moral profesional no puede reducirse a la casuística. Podría decirse que todas las profesiones tienen una moral profesional genérica, que podría reducirse a la de trabajar bien, es decir, a la de asumir todas las responsabilidades que se relacionan con el trabajo o profesión. 

esencia del acto moral:

El acto moral es el proceso mediante el cual un sujeto moral realiza un comportamiento susceptible de ser valorado bajo un sentido moral (bueno o malo). Para realizar un acto moral se debe tener presente la libertad y la conciencia del sujeto. Un acto se considera moral cuando ha sido realizado en una forma libre y consciente.

Los actos morales, como actos que son, están orientados hacia el exterior, la realidad, el mundo, los demás. Pero, por ser morales, tienen un aspecto interno, que es el que hace que sean valorables. No podemos olvidar que somos morales porque sabemos que podemos elegir, porque sentimos que tenemos posibilidad de seguir caminos diferentes en nuestra vida, porque nos damos cuenta de que nuestras acciones tienen consecuencias.

El juicio moral:

El juicio moral es el acto mental que afirma o niega el valor moral frente a una situación o comportamiento Por medio del juicio moral se pretende la búsqueda de la verdad El juicio moral se pronuncia sobre la presencia (o ausencia) de un valor ético, en una situación o comportamiento concreto.

El desarrollo del juicio moral supone un apoyo educativo explícito, en mi opinión personal de acuerdo a todo el entorno al que hallamos sido expuestos desde nuestro nacimiento hará una base en nuestro juicio moral nosotros decidimos las actitudes a tomar de acuerdo a lo que nosotros pensamos lo que es bueno y lo que es malo, a hacer un análisis detallado de nuestro entorno y ciertas circunstancias y eso nos conlleva a adoptar tres tipos de actitudes: Rechazo, indiferencia y aceptación







La Ética

La educación es función prioritaria de la familia pero además es reflejo de la sociedad y de un tiempo histórico, y en esta problemática se observan, desenvuelven e interactuan conflictos, valores y antivalores 










La ética, es una de las tantas ramas de la filosofía. Es aquella ciencia, ya que estudia las cosas por sus causas, de lo universal y necesario, que se dedica al estudio de los actos humanos. Pero aquellos que se realizan tanto por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no ingresan en el estudio o campo de la ética
Entonces, ¿para qué la Ética? Para vivir auténicamente mejor, para ser mejores personas, por lo que,  fuera del contexto ejemplarizan te de esta ciencia aplicada, se evidencia en la sociedad actual,   un franco    deterioro social, familiar, económico, político, cultural, asistencial, por el cual atraviesa nuestro país, observado en actitudes  típicas de una sociedad en crisis, expresadas en ambientes familiares inestables, pérdidas de las costumbres ciudadanas, poco amor hacia el trabajo, irrespeto a la dignidad de las personas, y en general, existe una marcada inclinación, hacia actitudes tendientes a tener más que al ser (Bortone, 1995). Desde esta misma óptica, el especialista en Ética Empresarial, el tener más que al ser (Bortone, 1995).