viernes, 4 de enero de 2013

Este video no tiene nada que ver con la etica o moral, pero me encanta jajajajaj awww German

miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA ÉTICA SEGÚN KANT

En la página de análisis y sinopsis Shvoong explican que: Kant  sostiene que no es posible pensar en algo bueno sin restricciones, salvo una buena voluntad. Ella no es buena ni por lo que realiza ni por la búsqueda de un fin, por loable que éste pudiera ser. Es buena en sí misma. “Considerada por sí  misma, es, sin comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos verificar en provecho” (Kant, Fundamentación). Este concepto de la voluntad buena debe ser obtenido por medio de la razón y supone buscar una voluntad que sea buena en sí misma, no como medio ni con finalidades ulteriores. El concepto de una voluntad buena es posible gracias al concepto del deber. El valor moral estriba en hacer el bien no por inclinación al deber, sino por deber. Cuando una acción se realiza conforme al deber, pero por inclinación a éste y no por el deber mismo, según Kant carece de valor moral, es inmoral. Kant pone como ejemplo un individuo para el cual la vida ha perdido todo atractivo.  Si este individuo conserva su vida por miedo a la muerte o por una inclinación a cumplir con el deber, la suya no es una decisión moral.  Sólo lo sería si conservara su vida “por el deber.” Kant sostiene “el deber es la necesidad de una acción por respeto a la ley”. Sólo por la ley puedo tener respeto, nunca por una inclinación, por tanto la moralidad esta en la acción por respeto a la ley.
Tres caracteres esenciales definen la ética de Kant: ética autónoma, una ética del deber y una ética formal:
    • Autónoma: es el propio sujeto el que se determina a sí mismo a obrar, a darse a sí mismo su ley, sin que le sea impuesta por nada a su razón.
    • Del deber: la ley está llamada a legislar y regular las acciones de los humanos. Carácter de obligatoriedad. La ley moral se presenta como un “mandato”, un “imperativo”. Es el deber: el deber de obrar de acuerdo con la ley moral.
No es lo mismo obrar conforma a la ley y al deber, que obrar por deber y con respecto al deber.
Una acción sólo es buena cuando además de obrar conforme al deber, se hace por respeto a la ley y al deber.
Kant diferencia dos tipos de imperativos:
    • Imperativos hipotéticos: obligan únicamente a las personas que quieren alcanzar un fin determinado y la acción expresada en el mandato es un medio para alcanzarlo.
    • Imperativos categóricos: obligan a realizar una determinada acción de forma universal e incondicionada.
Los imperativos hipotéticos son consejos de una razón prudencial o calculadora, cuando quiere un fin, quiere los medios para alcanzarlo.
Formal: La ética, según Kant, no tiene por tarea dar normas morales sino que debe ocuparse de descubrir qué rasgos formales deben tener las normas morales para que podamos percatarnos de que tienen la forma de la razón.
Kant propone un test: la persona debe preguntarse a sí misma si reúne los siguientes rasgos:
(   Estar dotada de universalidad: será ley moral aquella que yo creo que todas las personas deberían cumplir, de forma que no hago conmigo una excepción.
(   Referirse a seres que son fines en sí mismos: será ley moral la que proteja a seres que tienen un valor absoluto.
(   Valer como norma para una legislación universal en un reino de los fines: para comprobar si una máxima es ley moral es preciso comprobar si sería una ley vigente en un reino en que todos los seres racionales se trataran entre si como fines y no como medios.
Si los seres humanos somos capaces de darnos a nosotros mismos este tipo de leyes que nos permite ser capaces de ponernos en el lugar de cualquier otro, entonces es que somos autónomos y no heterónomos.
Sólo una ética formal puede dar cuenta de la autonomía humana. 
* La ética kantiana es, en cambio, una ética del deber. Lo bueno es el cumplimiento del deber y con la intención de cumplirlo. EL bien no se relaciona con el ser sino con el deber ser. Lo bueno es lo debido. Kant agrega que es importante la intención de cumplir el deber, de lo contrario la acción no es moralmente buena. Puede ser que yo cumpla materialmente con el deber, pero sin la intención de cumplirlo, entonces no he obrado bien. Viceversa, puede ser que yo tenga la buena intención de cumplir el deber, y que ponga en curso la acción necesaria para cumplirlo, pero no logro completar su cumplimiento, sin embargo, mi acción es buena. Desde luego, Kant aclara que no basta sólo la intención. Se requiere la puesta en marcha del proceso, aunque no se cumpla del todo
Léanlo esto esta muy interesante

La Educación Ética


La educación ética es un tipo de educación que contempla diversos aspectos de la ética.
Cada sociedad forma una idea de aquello en que consiste la riqueza del hombre y cual vida es digna o indigna de llamarse humana. La educación en ética adquiere, por esta razón,marcos que atrapan la sociedad en su conjunto y, esto va, desde lo axiológico, pedagógico, psicológico, ideológico y lo sociocultural, entendiendo en este último contexto la educación en la comunidad y más específico en la familia. Juegan un importante papel las instituciones y organizaciones, así como los medios de difusión masiva.La educación en ética incluye la educación en valores aunque no la agota. Ella necesita, en estos tiempos, de crisis de los valores, enfocar su contenido a garantizar un modo de vida digno,acentuando su función en el enriquecimiento de la vida espiritual del hombre. No sólo de pan vive el hombre, dicta el viejo proverbio.La educación en ética debe estructurarse teniendo en cuenta la utilización órganica del tiempo como criterio de progreso de la personalidad. La historia de los hombres no es el tiempo, es su actividad. Por esta razón las políticas orientadas a elevar el bienestar de las personas no deben encerrar en sí sólo el aumento del nivel de vida sino de estímular la comunicación y el contacto entre la gente según sus intereses comunes durante el tiempo libre que deja el trabjo principal.
Es la educación en ética que se imparte en los centros de enseñanza. Puede articularse a través de asignaturas como filosofía,religióncatequesisciencias sociales y ética, además de formaciones específicas (educación sexual, para la no-discriminación, etc.) y en tutoría. Los temas de ética se tratan de forma transversal en el resto de materias de la educación formal, sean comunes u optativas. La educación ética y en valores puede ser entendida como una reflexión sobre la moral, o como un espacio para practicarla. Entendiendo moral como la práctica de los valores de una comunidad determinada.
El objetivo central del proceso de educación ética(4) consiste en perseguir la construcción de una personalidad ética sólida, apoyada en el desarrollo de una conciencia moral autónoma. La construcción de una personalidad ética sólida incluye al menos tres niveles diferenciados, que deben interactuar de modo permanente e integrado. Estos tres niveles serían:
1. El desarrollo de un fuerte “sentido de vida”(5). Esto implica la capacidad de dar respuesta personal y autónoma a la pregunta fundamental de la vida. Esta pregunta puede formularse de modos diversos según sea el marco socio-cultural y familiar de cada persona (p.ej. ¿Qué puedo esperar de la vida, o de mí mismo?, ¿Para qué existo? ¿Qué quiere Dios, o la historia, o..., de mí?, etc.). No obstante esa variedad de formulaciones, o inclusive, no obstante el hecho de que no esté tematizada por la persona, la pregunta siempre existe en cada ser humano.
2. El desarrollo de un “proyecto de vida” concreto y realizable. La construcción de un proyecto de vida supone el intento consciente y deliberado de procurar la mayor coherencia personal posible, como camino de realización, definiendo para ello las opciones históricas que, de cara al futuro, hagan posible la concreción real de los propios ideales y de la propia escala de valores.
3. El desarrollo de una “estructura ética personal”, capaz de viabilizar y sostener los contenidos éticos de la propia vida. La existencia de las normas morales siempre ha afectado a la persona humana, ya que desde pequeños captamos por diversos medios la existencia de dichas normas, y de hecho, siempre somos afectados por ellas en forma de consejo, de orden o en otros casos como una obligación o prohibición, pero siempre con el fin de tratar de orientar e incluso determinar la conducta humana

Algunos pensamientos Éticos de Bolívar

“La educación forma al hombre moral, y para formar un legislador se necesita ciertamente educarlo en una escuela de moral, de justicia y de leyes” (Carta a Guillermo White, 26 de mayo de 1820)

“Sin moral republicana no puede haber gobierno libre” (Carta a Guillermo White, 26 de mayo de 1820)

“Yo he hecho lo que he podido por el bien de los hombres y de los buenos principios” (Carta al Gral. Santander, 19 de agosto de 1825)


“La gloria debe ser insaciable cuando se funda en sus verdaderos principios” (Carta al Gral. La Mar, 17 de febrero de 1825)

“Tengamos una conducta recta y dejemos al tiempo hacer prodigios” (Carta al Cnel. Heres, 20 de abril 1825)

“Nada, sino las malas acciones, deben molestar a los hombres” (Carta al Gral. Español Pedro Morillo, 30 de noviembre de 1820)

Pensamiento Ético de Bolívar

    
    


El pensamiento ético de Simón Bolívar, tiene un alcance universal y una gran riqueza ideológica que se materializa en la trascendencia de sus ideas trazando un escenario histórico cultural en el que se desarrollaron los nuevos Estados Nacionales. Plantea la dignificación social, el patriotismo y la independencia nacional; valores que están en la esencia misma de los proyectos que orientaron su acción liberadora.

    En lo ético se fundamentan la educación cívica ciudadana y que hoy día se levantan frente a las pretensiones dominadoras de los centros de poder, tiene su cimiento en el espíritu ético del pensamiento de Bolívar. 

    Bolívar tuvo dentro de sus aspiraciones el logro de una patria nueva, no sólo por su riqueza material, sino por la grandeza del alma y del razonamiento de sus hombres. En la realización de este anhelo los valores morales se configuran como la fuerza propulsora hacia la perfección humana. De ahí su marcada connotación humanista.


    La ética Bolivariana constituye la base fundamental de la educación y la ideología, encaminada a transformar la realidad social existente en función de un orden político consecuente y representativo del poder de todos. Resulta difícil proyectar el pensamiento ético de Bolívar sin hacer referencia a su concepción de independencia e integración, pues en su visión revolucionaria lo uno está estrechamente vinculada a lo otro formando una unidad en la práctica social que lo guiara en todas sus acciones. 

En este sentido, la ética siempre estuvo asociada a la independencia constituyendo el objetivo principal de su vida expresado en valores morales como el respeto, el patriotismo, la dignidad, el honor, la honradez que se configuran en un ideal educativo tendiente a la libertad social y personal. 

    Simón Bolívar tiene un pensamiento ético consagrado en la aspiración de la indecencia y la libertad continental, no es éste precisamente un sistema de normas y principios coherentemente fundamentado y articulado es sencillamente un torrente de ideas que van emanando en sus escritos y discurso y que fueron madurando en su vida cotidiana dejando para la posteridad lecciones morales concretas que lo ha inmortalizado para siempre.

    El cultivo Bolivariano de la idea de la libertad e independencia estuvo muy vinculado a la educación y la cultura, ambas muy deterioradas en los pueblos latinoamericanos y de lo cual da fe en el Discurso de Angostura, el 15 de Febrero de 1819: “Uncido el Pueblo Americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía, y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido, y los ejemplos que hemos estudiados, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición…” 

    Bolívar fue uno de los primeros en analizar la realidad social latinoamericana, considerando a la educación como una necesidad para el ejercicio de la vida pública vista en dos direcciones: la primera, en la educación que ha de tener el gobernante para orientar los destinos de su nación; y la segunda, en la visión que ha de tener el gobierno para potenciar en los ciudadanos una vida con templanza, sabiduría, y valores morales legítimos. 

    La justicia para Bolívar, era la virtud esencial, siendo ésta el establecimiento de un nuevo orden que ha de tener eres humanos, la oportunidad y la condición externa para una buena vida. 

    El logro de la justicia a costa de sacrificio personal es la más elevada virtud que Bolívar tuvo como revolucionario entregado a una causa que lo acompaño en su vida y sus concepciones alumbrado por el sentido de entrega a la patria y a los ideales más legítimos que haya defendido. El ideal que lo consagró por siempre a la vida sacrificada y entregada a la causa de la liberta está refrendado en su epistolario y que se materializa en ideas muy profundas en torno a la moral y al sacrifico. 

    La moral bolivariana se articula de manera natural con sus aspiraciones de bienestar social y libertad moral; de sus sentencias más transparentes en relación con el Ideal moral, figura: “Nada sino las malas acciones, deben molestar a los hombres sensatos”. 

    Por la trascendencia de sus ideales, Simón Bolívar seguirá siendo paradigmas de los pueblos latinoamericanos que aun tienen el desafío de hacer realidad sus sueños de lograr una América libre e independiente, en el marco de la gigantesca crisis que compartimos con todos los pueblos de la Tierra. 

La etica en la escuela de hoy


Shailyn Robles
d.2008.1264@gmail.com
Santo Domingo
 Casilda Avila 


Plan LEA conversó con Casilda Ávila, orientadora en el área educativa, quien hace reflexionar acerca de cosas que deben suceder en los centros educativos y que no necesariamente están ocurriendo en muchos de ellos.
Ávila sugiere que los directores y profesores de las escuelas reflexionen sobre la práctica educativa y su desarrollo. Generalmente la planificación se piensa desde una parte aislada al contexto, en el caso del docente se piensa desde el diagnóstico del año anterior  a la contextualización, o sea, todos los actores involucrados en el proceso: la familia, los estudiantes, los directores. En este caso, al planificar, el docente tiene que recapacitar sobre su práctica, sobre su proyección, sobre los principios y fines de la educación, porque dicho plan tiene que estar íntimamente relacionado con los principios y las exigencias del nivel o grado en que se va a impartir esa docencia.
Principios básicos
La experta destaca dos principios básicos a tomar en cuenta para la planificación de año escolar:
La justicia. En el marco de la justicia hay un componente fundamental que es la equidad. Pensar en cómo dar más a los que tienen menos, y dar al que tiene suficiente lo que necesita para seguir avanzando.
El principio de beneficencia. Se tiene que considerar que todos los estudiantes tienen derecho a ser beneficiados en todo el proceso. No se trata solo del contenido sino también de la formación integral, lo que necesita cada niño o niña para ser diferente, para alcanzar con éxito sus metas. En ese proceso de planificación el rol del docente es estructurar actividades que permitan que esos infantes puedan desarrollarse según sus edades, no en función de lo que saben hacer sino en función de lo que necesitan.
Al planificar, el docente debe conocer cuáles son los parámetros de calidad que están contemplados en el artículo 59 de la Ley de Educación, debe considerar qué está haciendo, cuáles de esos parámetros están cubiertos por ese plan y cuáles no; cuando identifique cuales no, ver por qué razón y trabajar para transformar esa situación.
Factores
Existen situaciones que pueden afectar el comportamiento ético del docente, entre ellas su falta de control emocional. El docente tiene que regularse emocionalmente. Para eso debe desarrollar habilidades de comunicación, estar permanentemente atento a su autocontrol y aprender a ser flexible, pues esto crea una condición de tolerancia y de comprensión que le permitirá hacer las paradas y escuchar.
Cuando el docente inicia un trabajo sabe qué se le va a pagar y que muchas veces ese pago no se corresponde con sus necesidades personales, pero asume un compromiso. No debe hacer un trabajo peor si trabaja en un centro público, porque esos estudiantes han tenido quizás menos oportunidades que los de uno privado. Tiene que ajustar la balanza y saber que los dos lugares son importantes, independientemente del monto que reciba.
 En la escuela se debe enseñar una ética aplicada. No solo supone que los alumnos reflexionen sobre sí mismos, o que hablen de su carencia, es más que eso, es que los alumnos con sus do-centes reflexionen acerca de su contexto social, familiar y escolar, se trata de incluir el bien común y el individual.
Es fundamental que los directores y docentes reflexionen sobre lo que sucede en la comunidad y en el mundo con los valores. No hay que sacar un espacio aparte para eso, sino aprovechar las diversas situaciones que se dan en el aula en cada hora de clase y resolverlas con los principios éticos, porque los alumnos son reflejo de lo que viven en su comunidad.
Un maestro ético
- Respeta a sus alumnos, los escucha y mantiene una actitud flexible ante las situaciones que se presentan.
- Practica la equidad con sus estudiantes.
- Es una persona honesta y sincera. Sabe interactuar con sus estudiantes y comunicarles sus desacuerdos sin causarles un malestar personal.
- Es prudente al elaborar un examen, al evaluar a un estu-diante, al externar una opinión sobre uno de sus estudiantes.
- Posee competencia profesional y es objetivo en su toma de decisiones.
- Está pendiente del nivel de su grupo, conoce cuales niños se quedan rezagados y busca estrategias para ayudarlos e integrarlos.